Nací en
San Juan el 24 de Diciembre de 1950. Soy Licenciado en Ciencias Políticas,
docente de la Universidad Nacional de San Juan. Terminé un Magíster sobre
políticas públicas y gestión local y este año rendiré mi tesis.
Siempre tuve inclinación a escribir primero y a pintar después; he escrito
más de 350 poesías, algunas con pretensiones de letras de tango, milonga y
algunas otras cosas. La plástica me atrajo desde siempre, y un día
simplemente, me compré un juego de acuarelas y comencé a pintar
sobre papel; luego pasé al lienzo. Yo compro la madera, la mido, corto y
armo el bastidor. No tengo escuela, no se dibujar y hago lo que quiero y
siento con la sola limitación de tratar de no gastar mucho.
Pintar me da un placer muy especial, es un proceso verdaderamente mágico;
lograr una tela es casi como parir un hijo, así me siento, hay una
conexión muy fuerte con cada obra, de igual forma pasa con la poesía, pero
allí la cosa cambia: uno siempre se queda con el original; con la pintura
-cuando uno la entrega (he regalado algunas)- siento como una pérdida.
Pintar me hace bajar a la tierra y también me permite volar, soñar y ser
totalmente libre, se que esto que digo es una paradoja, pero bueno, así lo
vivo yo.
Siento que al pintar se establece una relación con la tela, las pinturas,
los pinceles o espátulas, el olor y el ruido del pincel o la espátula
sobre el lienzo, es un sentimiento intenso y el proceso creativo me hace
sentir más humano y por supuesto me facilita superar lo cotidiano, es
decir... enfrentarlo mejor. Para eso me sirve escribir, para eso me sirve
pintar.
En san
Juan hay una librería (la más importante de la provincia) que se llama
"Piedra Libre", y allí en su subsuelo (sala de lectura) hay expuestos unos
diez trabajos míos.
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